PAPA FRANCISCO A LOS CARDENALES Y AL
PUEBLO DE DIOS
HOMILIA EN EL DOMINGO 6º T.O.: Curación
del leproso (15 de febrero de 2015)
«Señor, si quieres, puedes limpiarme...»
Jesús, sintiendo lástima; extendió la mano y lo tocó diciendo: «Quiero: queda limpio» (cf. Mc 1,40-41).
La compasión de Jesús. Ese “padecer con” que lo acercaba a cada persona que
sufre. Jesús, se da completamente, se
involucra en el dolor y la necesidad de la gente... simplemente, porque Él sabe
y quiere padecer con, porque tiene un corazón que no se avergüenza de tener
compasión.